7 consejos para escribir una novela de misterio

Durante la Revolución Industrial, el crecimiento de la población urbana hizo que comenzaran a fundarse agencias de policía en las grandes ciudades para investigar crímenes. La literatura encontró entonces un nuevo nicho a explotar y así surgieron las primeras novelas de misterio, un género que suele centrarse en la resolución de un asesinato (aunque no siempre: a veces, pede tratarse de la investigación en torno a una desaparición o cualquier otra incógnita).

Si estás trabajando en un proyecto literario, ya sea un cuento o una novela, del género de misterio, estás en el lugar correcto. A continuación, te vamos a dar 7 consejos que te recomendamos aplicar en tu escritura.

Si en tu cabeza (y en tu computadora) hay ideas sueltas o tramas sin desarrollar, no dudes en contactarnos. Somos ghostwriters: nos encargamos de la escritura de ficción por encargo a partir de una idea.

1 -Encontrar una fuente de inspiración

Muchas veces, las novelas de misterio surgen de historias reales (como A sangre fría, de Truman Capote, considerada como una de las primeras novelas de no ficción). Otros libros están levemente inspirados en casos mediáticos, como Temporada de huracanes, de Fernanda Melchor, que se basa en un reportaje que relataba el hallazgo de un cadáver en un pueblo de México.

También es posible encontrar inspiración en la propia literatura. Los crímenes de la calle Morgue (1841), de Edgar Allan Poe, por ejemplo, está basada en una de las primeras novelas de misterio publicadas: Mademoiselle de Scuderi (1819), de E. T. A. Hoffmann.

Por supuesto, a veces encontrar una idea perfecta para una novela o un libro es todavía más sencillo. Algunos temas de la vida cotidiana podrían desencadenar un crimen en tu historia: secretos de familia, infidelidades o negocios turbios y chantajes. 

2 – Confundir al lector

El misterio sigue sus propias reglas. Y una de ellas es, lisa y llanamente, confundir al lector siempre que sea posible. Esto implica dejar unas cuantas pistas falsas por todo el libro, con el objetivo de que el mapa que conduce al lector a la solución del problema sea enrevesado.

Arthur Conan Doyle, creador del personaje Sherlock Holmes, era un experto en pistas falsas. Por ejemplo:

“En aquel momento me di cuenta de que una poblada barba negra y dos ojos muy penetrantes se habían vuelto hacia nosotros por la ventanilla del coche de alquiler”.

El sabueso de los Baskerville (1902), de Arthur Conan Doyle

Este no es más que un elemento de distracción: Doyle hace pensar al lector —y a Holmes, claro— que quien los persigue es el barbudo mayordomo de la mansión Baskerville, cuando en realidad es el asesino llevando una barba falsa.

(Por supuesto, las pistas falsas deben estar distribuidas con moderación. ¡También tenemos que poner pistas reales!)

3 – Leer muchas novelas de misterio

Foto: MaxPixel

Cuando nos adentramos en la escritura de un género, el mejor consejo que podemos seguir es que leamos muchos libros de ese género. Algunos de los libros de misterio de todos los tiempos que no pueden faltar en tu biblioteca son:

  • El valle del terror (1914), de Arthur Donan Coyle
  • Asesinato en el Orient Express (1934), de Agatha Christie
  • El psicoanalista (2002), de John Katzenbach
  • Los hombres que no amaban a las mujeres (2005), de Stieg Larsson
  • Sé lo que estás pensando (2010), de John Verdon
  • La chica del tren (2015), de Paula Hawkins
  • La pareja de al lado (2017), de Shari Lapena
  • El visitante (2018), de Stephen King

4 – Construir personajes con motivaciones y conflictos 

Toda novela de misterio tiene que tener un personaje principal que conduce la investigación. No tiene que ser necesariamente un policía o un detective, pero sí debería tener ciertas aptitudes y cualidades, como inteligencia emocional, intuición y capacidad de reflexionar lógicamente. Por supuesto, los protagonistas no pueden ser perfectos: nuestros personajes tienen que estar dotados de claroscuros para que sean verosímiles.

Ahora, no solo el personaje principal tiene que tener estas características. De hecho, en nuestro artículo sobre cómo crear personajes buenos para tu novela, rescatamos una frase de origen incierto (a veces atribuida a John Berger; a veces a Borges; a veces a Kurt Vonnegut): “No existen los personajes secundarios”.

Esto significa que un buen personaje secundario tiene que construirse con el mismo cuidado que uno principal: con sus motivaciones y sus conflictos. Y en una historia de misterio, probablemente necesitemos crear un montón de personajes secundarios para que la investigación sea todo lo intrincada que necesita.

5 – Realizar un mapa del crimen

Foto: Pexels

Seguramente conozcas este cliché de Hollywood: un detective mira un tablero de pruebas; una pizarra de corcho repleta de fotos, mapas, notas adhesivas y recortes de diarios. Lo vimos en un sinfín de películas, desde Los sospechosos de siempre hasta La chica del dragón tatuado, y también en series, que van desde X-Files hasta Breaking Bad, pasando por Los Simpson (¿¡qué no han hecho Los Simpson?!).

Por supuesto, la recomendación no es que hagas tu propio “tablero de las pruebas” en la cocina de tu casa (¿o sí? En realidad, cada escritor tiene sus técnicas y rutinas propias para escribir). Lo que sí te recomendamos es que cuentes con un mapa diagramado, ya sea en tu cabeza o en algún dispositivo, para tener claridad total sobre tus personajes, los capítulos y las fechas en las que ocurren las acciones de tu libro.

6 – Ser verosímil

Y, hablando de Hollywood…

Estamos acostumbrados a literatura y series de suspenso y misterio que siguen ciertos estereotipos, como persecuciones a altas velocidades por toda la ciudad, parejas de policías disparejas (el clásico subgénero buddy cup) y cuartos de interrogación con luces muy fuertes.

No decimos que no uses estos recursos en tu historia (después de todo, ¡funcionan!), pero no hay que perder de vista que necesitamos transmitir verosimilitud: los lectores deben sentir que lo que proponemos es una historia creíble. Por ejemplo, si situamos nuestro escenario en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, no podemos hacer que nuestro detective sea un sheriff, porque en Argentina no existe esa figura.

7 – Conocer el final antes de escribirlo

Es difícil aventurarse en la escritura de una novela policíaca sin conocer el final de antemano (bueno, sería un experimento interesante, pero quizá los resultados no sean los mejores). De todas formas, esto no quiere decir que tengamos que saber cada detalle de la trama cuando nos sentamos a escribir el primer capítulo.

Una de las más afamadas novelistas de suspenso psicológico, Patricia Highsmith, aseguraba que solo vislumbraba tres cuartas partes de su novela cuando comenzaba un nuevo libro: las dos primeras y la última. En cambio, su mente intentaba no pensar demasiado en la tercera parte: solo fluía. Ella creía que era en ese momento en el que surgía la actuación ilógica de los personajes, lo cual quebraba el ritmo lógico de la trama.

Unas palabras finales…

Por último, te queremos decir que esta es una lista de consejos. También tenemos una máxima: no hay reglas ni recetas explícitas a la hora de escribir un libro. ¡Te animamos a confiar en la autoridad de tu propio criterio!

Esperamos que estos 7 consejos para escribir una novela de misterio sean de ayuda. También podemos darte algunos cuantos tips para escribir un libro de ciencia ficción, y otros consejos que te ayudarán a mejorar tu escritura creativa

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