El nuevo periodismo: reportajes que se convirtieron en novelas

Cuando la literatura y el periodismo se encontraron, allá por la década de 1950, nació un novedoso y disruptivo movimiento: el nuevo periodismo. Con exponentes como Truman Capote, Gabriel García Márquez o Rodolfo Walsh, esta corriente (caracterizada por el uso de recursos narrativos propios de la prosa literaria) se enfrentó en sus orígenes a quienes tenían una visión más tradicional de lo que debía hacer el periodismo. 

Sin embargo, el paso del tiempo dejó obras hoy consideradas emblemas: Operación Masacre, A sangre fría, Relato de un náufrago y más. En este artículo, vamos a explorar la historia de este género periodístico-literario y a repasar los títulos del nuevo periodismo más importantes de todos los tiempos.

¿Cómo y cuándo surge el nuevo periodismo?

Foto: Pexels

Se considera que el «nuevo periodismo» —bautizado así por el escritor y periodista Tom Wolfe— surgió en la década de 1960 en Estados Unidos. Su propósito era traspasar los límites del modelo clásico de la prensa, cuya lógica consistía en utilizar la pirámide invertida para contar los hechos (de arriba abajo según la importancia), en lugar de narrar los sucesos con mayor profundidad.

Para mediados de la década, jóvenes periodistas comenzaron a incorporar en sus escritos periodísticos algunas herramientas más propias de la literatura. En 1966, Truman Capote publicaba el primer libro considerado parte del nuevo periodismo: A sangre fría. Se trata de un relato de más de 300 páginas en que el autor narra, tras un exhaustivo trabajo de investigación, cómo fue el asesinato de una familia en un pueblo perdido del sur estadounidense (sin duda, un libro que vale la pena leer).

El nuevo periodismo en Latinoamérica

Si bien A sangre fría es considerado el primer libro de la corriente del nuevo periodismo, en Latinoamérica ya existían autores que exponían un género similar desde hacía al menos una década. El primero de ellos fue Gabriel García Márquez con Relato de un náufrago, un «reportaje novelado»: una serie de artículos publicados en el diario colombiano El Espectador en el que se contaba la historia real de Luis Alejandro Velasco, un tripulante de un buque militar que estuvo a la deriva en el océano durante diez días. Todo el relato se basó en las entrevistas realizadas a Velasco, y en 1970 fue publicado como una novela.

Dos años después de la publicación de Relato de un náufrago en el diario El Espectador, el en 1957, el periodista argentino Rodolfo Walsh escribía Operación Masacre, considerada la primera novela de no ficción periodística de la historia. En este libro, el periodista y escritor argentino narra los sucesos de una serie de fusilamientos ocurridos durante la dictadura cívico-militar conocida como «Revolución Libertadora».

Durante los años que siguieron, en toda la década de 1960 y en paralelo a la publicación de A sangre fría, Latinoamérica fue testigo y protagonista de uno de los movimientos literarios y editoriales más importantes de los últimos tiempos. El llamado “boom” latinoamericano dio a conocer a grandes novelistas como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes. El boom latinoamericano sirvió de plataforma para que el nuevo periodismo se arraigara con mayor fuerza en la literatura hispana.

En 1994, Gabriel García Márquez creó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano para promover el periodismo en general y el nuevo periodismo en particular en toda la región. Tras el fallecimiento del autor, el organismo es conocido como Fundación Gabo.

Características del nuevo periodismo

La característica principal del nuevo periodismo es la mezcla entre los recursos propios de la prosa (los diálogos, las descripciones, la capitulación) y las técnicas periodísticas (la investigación, las entrevistas). Y, por supuesto, que lo que se está narrando es un hecho verídico, una noticia, a pesar de que, indefectiblemente, habrá huecos o vacíos en la historia que podrán o no ser ficcionalizados.

Tom Wolfe, considerado uno de los padres del movimiento, lo definía de la siguiente forma en su libro El nuevo periodismo, de 1973:

“El nuevo periodismo significa escribir no ficción, desde artículos periodísticos hasta libros, con base en el reporteo para reunir el material, pero también utilizando técnicas normalmente asociadas con la ficción, como la construcción escena por escena, para narrar”.

Elementos del nuevo periodismo

Foto: Pixabay

Según Wolfe y otros autores, algunos de los componentes más importantes del nuevo periodismo son:

  • Investigaciones profundas. Los libros que forman parte de esta corriente son el resultado de años de investigación y trabajo de campo. Se suelen realizar entrevistas en profundidad a las personas involucradas en las historias. Además, se accede a documentos oficiales.
  • Diálogos realistas. Los escritores del nuevo periodismo deben representar diálogos verosímiles entre los personajes. La reconstrucción de las conversaciones tiene que estar debidamente documentada a partir de la realización de entrevistas.
  • Escritura en primera o tercera persona. Wolfe considera que el nuevo periodismo implica despojar a la narración de la voz periodística y mostrar las acciones a través de un narrador omnisciente. Sin embargo, Martín Caparrós, escritor y periodista —profesor de talleres en la Fundación Gabo—, considera que el nuevo periodismo debe ser necesariamente subjetivo, y la primera persona es la mejor forma de poner de manifiesto la subjetividad.
  • Descripciones complejas. Las descripciones son uno de los puntos fuertes de estos reportajes novelados. Se debe describir el entorno más cercano de los personajes sin pasar por alto los detalles.
  • Caracterización compuesta. Este recurso —criticado por quienes prefieren ajustarse a la narración de los hechos de forma más inflexible— consiste en utilizar un personaje ficticio como prototipo de una serie de personajes reales. Es útil cuando se busca proteger la identidad de los involucrados.

Principales libros del nuevo periodismo

Las obras centrales del nuevo periodismo son:

  • Operación Masacre (1958). Narra los fusilamientos de José León Suárez, que tuvieron lugar durante la dictadura cívico-militar argentina autodenominada “Revolución Libertadora”. Para escribir el libro, Walsh entrevistó a sobrevivientes y sus familiares.
  • El puente (1964), de Gay Talese. Publicados originalmente en el diario The New York Times, se trató de una serie de reportajes que mostraba la vida cotidiana de los obreros que trabajaban en la construcción de puentes norteamericanos.
  • A sangre fría (1996), de Truman Capote. Este reportaje cuenta la historia del asesinato de una familia acaudalada en el estado de Texas a manos de dos vagabundos. Capote tardó cinco años en recabar toda la información. Su investigación incluyó entrevistas a los dos asesinos en la cárcel.
  • Relato de un náufrago (1970), de Gabriel García Márquez. El autor colombiano cuenta la historia del marino Alejandro Velasco, quien quedó a la deriva en el océano tras un naufragio. Velasco fue su fuente directa para escribir el libro.
  • Santa Evita (1995), de Tomás Eloy Martínez. Santa Evita es una de las novelas en español más vendidas de todos los tiempos. Reconstruye la vida y muerte de la primera dama argentina Eva Perón, además de la desaparición de su cadáver embalsamado. En la tapa de su primera edición había una frase de García Márquez: “Aquí está, por fin, el libro que quería leer”.

¿Conocías estos libros? ¿Te parece que hay alguna novela de nuevo periodismo que falte? ¡Te leemos en los comentarios!

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