Todos nos encontramos alguna vez frente a la temida página en blanco. Escribir un ensayo, una novela o un cuento puede parecer divertido; y en general lo es, hasta que llega el momento de escribir y no se nos ocurre nada. Puede pasar en cualquier momento entre la primera palabra y la última. El bloqueo no conoce la diferencia entre introducción, nudo y desenlace.
En general, ante esta situación, hay tres opciones: abandonamos el proyecto, esperamos una señal de inspiración divina, o hacemos algo al respecto. Por eso, para evitar depender de fuerzas que no podemos controlar, en este artículo presentamos una breve guía para superar el bloqueo de escritor.
1. ¿A qué se debe el bloqueo de escritor?
En primer lugar, es muy útil identificar qué es lo que está produciendo el bloqueo. ¿Estamos pasando por una ruptura amorosa? ¿Nos estamos quedando dormidos frente a la computadora? ¿Hace horas que no tomamos ni comemos nada? Si logramos entender a dónde va nuestra mente en los momentos de dispersión, vamos a poder traerla de vuelta (o por lo menos intentarlo).
Muchas veces, el estancamiento puede estar relacionado con no tener tiempo libre para nuestros proyectos personales, o con no poder priorizarlos. Otro error muy frecuente es tener las expectativas demasiado altas: si esperás que tu primer trabajo sea una obra maestra, vas a rendirte muy rápido. En igual medida, si tus objetivos están enfocados únicamente en crear algo que guste a los demás, vas a estar imponiéndote desde el principio una presión excesiva.
2. Organizarse es clave
Aunque no siempre lo tenemos en cuenta, es importante mantenerse hidratado y bien alimentado para afrontar largas horas de trabajo mental. Escribir constantemente en ayunas o solo a base de café puede ser dañino para nuestra salud.
También es ideal tener una buena rutina de sueño y fijarse pequeños objetivos. No podés esperar tener una larga jornada de escritura creativa si llevás dos noches sin dormir. Ya sea un texto que escribimos con una fecha límite o algo que elaboramos por placer, tenemos que tener un itinerario de trabajo razonable y ajustarnos lo más posible a él.
De igual manera, es imprescindible que estos objetivos sean alcanzables. No podemos empezar y terminar una novela en una noche, pero sí podemos mantener un avance constante y diario. Es importante hacerle frente a la frustración y no dejarse llevar por la impotencia o el estrés. Tratar de tomarlo con calma es uno de los remedios más efectivos y de los más difíciles de sostener.
3. ¿Qué ejercicios podemos probar?
Antes de caer en la desesperanza, hay muchos ejercicios que podemos intentar. Meditar está muy recomendado para destrabar ideas o para ayudarnos a darles forma. Se aconseja empezar con meditaciones de 3 a 5 minutos si no se ha practicado nunca.
Para ello, debemos centrarnos en el punto medio, trazando un eje imaginario desde el medio de las cejas hasta el occipital (es decir, la nuca) y otro desde el centro de la parte superior del cráneo en dirección vertical: el punto donde se cruzarían es el punto medio. El ejercicio consiste en concentrarse en ese punto mientras observamos pasar nuestros pensamientos, sin quedarnos con ninguno de ellos.
Otra recomendación es ocuparnos de actividades diferentes: ordenar la casa, salir a caminar o cocinar un menú nuevo pueden generar momentos de distensión donde surjan ideas inesperadas.
Por otra parte, también hacer lo contrario puede ayudarnos. Empaparnos con contenido relacionado con nuestro tema, sean canciones, libros o películas, puede motivarnos para nuestro proyecto.
4. Elaborá un plan de acción
Una vez afianzada la motivación, podemos usar esa energía para crear un boceto de nuestro trabajo. No hace falta que empecemos escribiendo la versión definitiva de una historia; podemos arrancar armando la estructura del texto. Hacer una maqueta de introducción, desarrollo y desenlace nos va a ayudar a organizar nuestra escritura. A su vez, construir los personajes principales y sus biografías le va a dar mayor complejidad a nuestro texto.
5. Permitite jugar
Un ejercicio frecuente en talleres de escritura creativa consiste en tener una conversación en voz alta con alguno de nuestros personajes. Si no podemos pasar la tarde escribiendo sobre ellos, podemos intentar pasar la tarde hablándoles. Eso nos va a ayudar a darles mayor espesor narrativo, porque los vamos a conocer a fondo.
También podés intentar pensar cómo contarías tu historia a un ser de otro planeta. Si tuvieras que explicarle todos los detalles a alguien que no entiende cómo funciona nuestra sociedad, ¿cómo lo harías? A veces, damos por sentado que cualquier lector va a entender el mundo que planteamos, pero puede ser muy útil tener que desentrañar toda la trama de causas y consecuencias que motivan a nuestros personajes.
6. Acudí a tus seres queridos
Es fundamental hablar con personas que nos apoyen y no desvaloricen nuestras metas. Podés estar un rato contándoles a tus amigos sobre tus nuevas historias y buscar inspiración en sus devoluciones, invitarlos a que lean tus primeros borradores e incluso pedirles que te alienten a no procrastinar en tu tiempo libre.
7. Sé constante
Una vez que hacemos las paces con la noción de que nuestros proyectos necesitan largos períodos de trabajo, tenemos que mantener un ritmo regular. No te rindas si un día no pudiste avanzar con tu plan, pero comprometete a continuarlo al día siguiente. En última instancia, lo indispensable para que tus proyectos se concreten es estar trabajando en ellos: ningún texto se escribe solo.
8. Por último: tenete fe
Mientras tus proyectos estén en desarrollo, su futuro depende de vos. Si dudás de lo que estás haciendo o no te sentís lo suficientemente capaz para seguir, podés ser tu peor enemigo. Por eso, es importante que confíes en tus palabras. Tené presente qué te llevó a iniciar tu proyecto en primer lugar. Aferrarse a la razón por la que empezamos nuestra aventura es necesario en momentos de miedo y dudas.
Tener un bloqueo de escritor es algo completamente normal. Suele pasar cuando estamos bajo presión, o cuando nos agobia la ansiedad por ver nuestros proyectos terminados. No obstante, si seguís intentando, con el tiempo también vas a aprender a desarrollar tus propias formas de escaparle y cumplir tus metas.
Un comentario en “Cómo superar un bloqueo de escritor”