Libros con inteligencia artificial: ¿una nueva forma de escribir o una amenaza contra la autoría?

Las llamadas inteligencias artificiales generativas se vuelven cada vez más sofisticadas y ya aparecieron los primeros libros escritos con IA de manera parcial o total. Este fenómeno plantea muchos interrogantes que hoy nos proponemos desarrollar.

Veremos algunos ejemplos de su impacto en la escritura, los derechos de autor y las nociones de plagio analizando las ventajas y desventajas de escribir con IA.

¿Es posible escribir un libro con inteligencia artificial?

La respuesta es absolutamente afirmativa. Los modelos de lenguaje generativos pueden escribir libros. De hecho, ya es una práctica notoria: a principios de 2023, según un informe de la agencia de noticias Reuters, la tienda de Amazon contaba con nada menos que 200 libros escritos con ChatGPT.

De un día para el otro y sin que nadie se diera cuenta, la inteligencia artificial de OpenIA había sido utilizada para publicar en una de las tiendas de libros más grandes de Internet. Y es probable que la cifra de libros escritos con IA sea mucho mayor: los libros identificados por Reuters estaban firmados por ChatGPT, pero ¿cuántos más puede haber sin firma?

Algunos de estos libros fueron escritos para un público infantil, utilizando otras herramientas de IA generativa como el creador de imágenes de Midjourney. Títulos como The Power of Homework o The Star Weaver’s Lesson: Magical Bedtime Story podían encontrarse en Amazon hasta que la plataforma les dio de baja tras percatarse de su existencia.

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Sin embargo, el empleo de la IA generativa también tiene sus beneficios. Jorge Carrión, escritor y crítico literario español, acaba de publicar Los campos electromagnéticos con la editorial Caja Negra, en colaboración con un sistema de ChatGPT-2 dialogando con un sistema de ChatGPT-3. Para Carrión, este tipo de avances suponen siempre un desafío y una manera de definir la práctica artística.

Por supuesto, hay otros ejemplos de libros escritos con IA cuyos autores (¿podemos llamarlos “autores” en sentido estricto?) tienen una visión menos noble de la IA y su impacto en el campo artístico y literario. Este es el caso de Tim Boucher, un norteamericano que en mayo publicó en Amazon más de 90 libros utilizando ChatGPT y Midjourney. Según Boucher, la IA le permite escribir un libro de entre 2.000 y 5.000 palabras en pocas horas.

Las IA generativas han trasladado el debate sobre el futuro de esta tecnología a un lugar mucho más cercano y cotidiano: de la posibilidad de un apocalipsis provocado por el levantamiento de las máquinas a la conquista de la literatura y de la posibilidad de vivir de la escritura, con todo lo que ello implica para la industria cultural, la propiedad intelectual y los derechos de autor.

Veamos entonces cuáles son las principales ventajas y desventajas de esta tecnología.

Ventajas de escribir con IA

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Si bien es cierto que la IA todavía se encuentra en lo que podemos llamar una primera infancia, su potencial es muy grande. Quienes defienden esta tecnología afirman que su desarrollo brinda, como sucedió con tantas otras innovaciones tecnológicas a lo largo de la historia, muchas herramientas para traductores, artistas, escritores y diseñadores del sector editorial.

Impulso a la creatividad

Los libros escritos exclusivamente con IA tienen muchas deficiencias, desde la falta de concordancia entre paratextos y cuerpo del libro hasta las incongruencias narrativas y redundancias más comunes en el español. Sin embargo, cuando los autores los utilizan como una herramienta complementaria esta puede ayudar a generar nuevas ideas y superar el bloqueo de escritor, así como también brindar información verosímil sobre las acciones que desarrollan los personajes o las situaciones en las que estos se encuentran.

Un ejemplo de esto es el caso de la periodista y escritora argentina, Mercedes Ezquiaga. En 2020, la autora enfrentó un bloqueo creativo durante la escritura de su libro Será del arte el futuro. Cuando la creación expande sus fronteras. Para superarlo, recurrió a Esteban Tablón, un amigo que trabajaba con una tecnología IA rudimentaria a la que llamaron Lucía Funes, la cual se utilizó para ayudar a Ezquiaga a completar el libro. La intervención de Lucía, en definitiva, era similar a la de contratar a un escritor fantasma, simulando el tono y el estilo de la autora.

Corrección y revisión de textos

Si bien la IA generativa no puede realizar un informe de lectura profesional con todo lo que ello implica, lo cierto es que muchos autores y autoras ya la están utilizando para revisar textos y corregir faltas ortográficas, tipográficas y sintácticas básicas. Esto ahorra mucho trabajo, aunque es muy similar a utilizar un corrector de Word para corregir un texto: no se pueda confiar plenamente esta tarea a una inteligencia artificial ni a un procesador de textos.

La corrección y revisión de textos utilizando IA es útil, pero su aplicación deja mucho que desear cuando, por ejemplo, queremos producir un análisis de un libro que supere lo meramente descriptivo. Esto resulta evidente cuando vemos su empleo para reseñar libros de Amazon, como en el caso de la novela The cloud de Robert Rivenbark: la IA produjo reseñas tomando en cuenta solo el texto de cubierta y otras reseñas de Amazon para crear algo que terminó siendo más parecido a un texto publicitario que a una reseña.

Escritura de diálogos, creación de personajes y situaciones

Una última gran ventaja que mencionaremos de la IA para escribir libros es su capacidad de ayudarnos a mejorar nuestras ficciones a partir de la personificación de profesiones, la descripción de espacios o la simulación de situaciones entre personajes de una historia.

Si, por ejemplo, le pedimos a ChatGPT que se comporte como un sospechoso bajo interrogatorio, no solo obtendremos una aproximación a cómo puede comportarse una persona bajo estas circunstancias, sino también una descripción pormenorizada del espacio y de la figura del interrogador de forma inmediata.

Un ejemplo de esto puede verse en el lanzamiento de Avatar Cloud Engine (ACE), una herramienta de IA desarrollada por Nvidia para que los personajes no jugables (NPC) de los videojuegos puedan generar diálogos automáticos y en tiempo real para interactuar con los usuarios. Así, los juegos pueden mantener un registro personalizado de los distintos personajes y sus características, además de escribir diálogos certeros y ubicar a dichos personajes en la memoria particular de la partida que se está jugando.

Desventajas de escribir con IA

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En cuanto a las desventajas de escribir con inteligencia artificial, estas se han desarrollado mucho más entre los detractores de esta tecnología, especialmente aquellos que conocen cómo funciona la industria editorial y lo difícil que puede ser publicar un libro.

Históricamente, esta ha sido siempre la primera reacción frente a una tecnología que viene a reemplazar la profesión humana. Una visión apocalíptica que Umberto Eco define y opone a las perspectivas integradoras, que sostienen que la llegada de una nueva tecnología es una fuente de democratización del conocimiento y la cultura

Propiedad intelectual y derechos de autor

Esta es una de las posiciones éticas y prácticas más abordadas por los profesionales del rubro. En julio de 2023, el gremio de autores de Estados Unidos envió una carta abierta a los principales desarrolladores de IA para abordar la cuestión de consentimiento, acreditación y compensación de sus modelos de lenguaje, los cuales fueron “entrenados” con materiales protegidos por derechos de autor. No se trata de una infracción directa, sino de una posición ética sobre “la inteligencia” de estos modelos y de a quién le pertenece dicha inteligencia.

Pero sí existen ejemplos de infracciones directas: a mediados de agosto, la escritora y co fundadora de Open Road Integrated Media, Jane Friedman, descubrió que su nombre estaba siendo utilizado para vender libros escritos con IA en Amazon sin su consentimiento. La plataforma se negó a darle de baja a los libros porque su nombre no estaba registrado como una marca y, por lo tanto, no tenía protección legal. Esto mismo demostró una investigación del Washington Post en la que Chris Cowell, ingeniero de software, afirmó que su libro fue plagiado en tiempo récord.

Baja calidad del material escrito con IA

Vamos a una cuestión fundamental: los libros escritos con IA, ¿son buenos? ¿Alguien quiere leerlos?

Por el momento, parece que no: muchos autores, entre los que se encuentra la ya mencionada Jane Friedman, afirman que estos libros no solo socavan la confianza en la autoría, sino que además producen textos de baja calidad. En efecto, las IA generativas pueden ejecutar texto, pero no pueden trabajar a partir de la experimentación y la imprevisibilidad del quehacer artesanal. De hecho, en el mejor de los casos, las inteligencias artificiales generativas solo pueden imitar el estilo de otros autores, pero no generar uno por cuenta propia.

Esto puede notarse en las reseñas del libro Death of an Author, del autor norteamericano Stephen Marche, escrito casi en su totalidad por tres herramientas de IA generativa: ChatGPT, Sudowrite y Cohere. Según el periodista y escritor estadounidense Dwight Garner se trata de la primera novela de este tipo “medianamente legible”. Sin embargo, este también afirma que ChatGPT jamás podrá producir desde la experiencia ni la honestidad de la duda, por lo que nunca será capaz de producir una historia conmovedora desde el punto de vista humano.

Sesgos de contenido de la escritura con IA

Una de las grandes razones por las que los detractores de la IA creen que esta tecnología es peligrosa tiene que ver con el sesgo de género que parece haberse filtrado en los modelos generativos de lenguaje. Esta temática se desarrolló en una serie de seminarios web de la Unesco.

En el caso de ChatGPT puede verse la predominancia del género masculino y el empleo del masculino genérico como opción predeterminada para referirse a las personas de género indeterminado o grupos de personas de géneros variados. En este sentido, la IA generativa, a la hora de producir contenido y escribir libros, presupone al masculino como género predominante. Lo mismo puede decirse del sesgo racial que este tipo de tecnología todavía sostiene y que profundiza la invisibilización de las minorías.

¿Escribir con IA es un recurso o una amenaza?

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Escribir libros con inteligencia artificial plantea muchas preguntas y problemáticas. En principio, la cuestión de la autoría y los derechos de propiedad intelectual se ha puesto en duda: la justicia de los Estados Unidos determinó en agosto de 2023 que las creaciones artísticas generadas con IA no tienen derechos de autor porque estos derechos solo son aplicables a personas.

Si bien existen casos en los que la persona que es dueña de una obra no es necesariamente la que la escribe, como sucede con algunas de las autobiografías más famosas escritas por ghostwriters (escritores fantasma), los libros escritos con IA corren el riesgo de no poseer protección de propiedad intelectual. En países como España o Alemania, solo las obras originales gozan de protección por derecho de autor, y solo las obras escritas por humanos son consideradas originales.

Por otro lado, la IA puede ejecutar textos «profesionales», pero no puede ser artesana de la escritura. Según el sociólogo Richard Sennett, este es un aspecto fundamental de la escritura artística, la cual se vincula con la experimentación y el aprendizaje a través del error. El autor ignora, sin embargo, que esto mismo se puede decir de muchos textos escritos por humanos. Carlos A. Scolari, teórico de la comunicación, además afirma que ni la IA puede notar la diferencia entre un texto escrito por IA y uno escrito por un humano —y viceversa—.

Para finalizar con una perspectiva menos desalentadora, Rie Kudan, la ganadora del prestigioso premio japonés Akutagawa a la mejor obra de ficción de un escritor novel, afirma que la inteligencia artificial (ChatGPT) la ayudó a escribir su libro. Este es un testamento sobre los beneficios de esta tecnología como un recurso para los escritores. Si bien Kudan solo le atribuyó el 5% de la autoría de su novela a la IA, señaló que seguirá utilizándola en futuras obras:

Pienso seguir beneficiándome del uso de la inteligencia artificial en la escritura de mis novelas, al tiempo que dejo que mi creatividad se exprese al máximo.

Rie Kudan, CNN en Español (2024)

Conclusión

En Palabra somos fanáticos de la producción de contenidos, la redacción, la traducción y la corrección: la inteligencia artificial no nos intimida. Si bien es cierto que, eventualmente, su empleo será tan común como el «copiar y pegar» en Word, siempre será necesario que una persona evalúe y determine la calidad de un texto para su publicación. Por eso, si tienes un libro en proceso o un manuscrito que quieres preparar para enviarlo a una editorial, no lo dudes: ¡escríbenos y nosotros nos ocupamos del resto!

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